Obstaculos-Jorge Bucay

Hoy quería dejaros algo que os hiciera pensar, creo que este cuento que he sacado del libro "26 Cuentos para Pensar" de Jorge Bucay, es lo que andaba buscando, porque yo necesitaba leerlo para dejar de lado algún que otro "obstaculo" que yo misma me he creado.

Cuando uno es capaz de ver qué le está reteniendo, es mas facil dejarlo a un lado para poder avanzar, personas, actitudes, costumbres, vicios, cadenas....

¿Que te retiene a ti?

OBSTÁCULOS
Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una
ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas,
mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que
necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre
ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el
sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me
impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo,
tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la
ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible
saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un
puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al
llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca...
No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que
me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.


Gracias por leer....

Comentarios

  1. Que facil es que los demas tengan la culpa de nuestros fallos, sin pensar que somos nosotros que encontramos en nuestra vida muchos obstaculos que el miedo, la poca fe en nosotros no nos deja enfrentarnos a ellos con valentia y con la seguridad que podemos quitarlos del camino.
    Un placer leerte me hice seguidora.
    con cariño
    Mari

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares