La Reencarnación

Como os decía ayer yo no puedo creer que el día de mañana me reencarne en una mosca por ejemplo, más que nada porque creo en el Alma de la gente en el Espíritu, pero hay culturas en las que sí creen que es posible y no quiero entrar en polémicas de creencias, cada uno tiene las suyas y todas son dignas de respeto.
Dejando esto claro en este capítulo sobre La Reencarnación Rubén Cedeño, nos da su visión particular de ello, de cómo nuestro envoltorio inútil que es el cuerpo se queda atrás mientras que nuestro espíritu es el que evoluciona con cada reencarnación, ya que todos debemos aprender una seria de lecciones necesarias en nuestras reencarnaciones para poder ir evolucionando hasta llegar a ser Maestros Ascendidos algún día:

La gente se pregunta que por qué no se acuerda de todo lo que vivió y aprendió en esas culturas. Si nos ponemos a pensar, uno sí se acuerda, pero solamente de la enseñanza de lo aprendido. Esto no tiene nada que ver con que algunas personas se sientan la reencarnación de Cleopatra, Napoleón y otros personajes famosos. En estos casos lo que sucede es que vivimos en la época de ese personaje del cual nos creemos su reencarnación y en ese entonces lo admiramos tanto y quisimos ser como él, hasta el punto que características de su personalidad se nos pegaron y en una vida posterior nos creemos ese personaje.
Muchas veces, sin nunca haber actuado o cantado en público, se nos ofrece hacerlo y lo ejecutamos como que si toda la vida lo hubiéramos practicado. Esto es porque en otra vida fuimos artistas y nos quedó la esencia de ese saber.
El hombre viene a la Tierra con un propósito divino y es el de llegar a ser un Maestro de Sabiduría, Maestro de toda la energía: física, emocional y mental; y también, Maestro receptor, asimilador e irradiador de los siete aspectos de Dios que son:
1- Voluntad 5- Ciencia
2- Sabiduría 6- Suministro
3- Amor 7- Libertad
4- Belleza
Cuando seamos Maestros de Sabiduría no tendremos porqué volver a encarnar y reencarnar.
. Nada es eterno en el universo sino la VIDA, y la ley de la vida nos da la oportunidad de corregir nuestros errores de una encarnación en otra encarnación.
Este capítulo es mucho más extenso y habla de otras cosas que os pueden interesar pero en las que yo no quiero entrar, porque como en todo, la fe y la creencia de cada uno es libre, así que si os interesa podéis leerlo en el libro.
Os dejo a continuación una poesía escrita por una buena amiga:
Hasta el cielo está llorando
Tu despedida, amigo,
yo trago a borbotones
esas lágrimas prendidas
en los retazos de historia
que hablan de nuestra vida.

En las noches silenciosas
son esos rayos de luna
los que con gran ternura
me hace sentir dichosa
cuando mi alma acuna.

No te has ido para siempre
te reencarnaste en la luna
para alumbrar con suavidad
a las noches mas oscuras
Gracias por leer y mañana mas….

Comentarios

Entradas populares